El suizo Roger Federer prosiguió con su andadura para consagrarse como uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, ya que después de superar la batalla encarnizada que le plantó el español Rafa Nadal (7-5 (7), 4-6, 7-6 (3), 2-6 y 6-2) en la final de Wimbledon, igualó la marca de cinco títulos consecutivos que ostentaba el sueco Bjorn Borg (1976-1980).
Con un punto de poderío absoluto, Federer, al resto, cerró la dura pelea que durante casi cuatro horas le mantuvo en la pista frente a Nadal. En la red, con su rival despojado de la iniciativa y con un 'smatch' inalcanzable, el suizo gritó, soltó su raqueta y se arrodilló ante la hierba de Londres. Había ganado su quinto título consecutivo en el 'All England Tennis Club' y en el horizonte se le presenta un doble reto: superar los 14 grandes de Sampras y los 7 que el estadounidense tiene en Londres.
Fue la primera ocasión que un partido de 'Grand Slam' entre ambos tenistas se decide en una quinta manga. Antes, los dos mejores jugadores de la actualidad ya habían dirimido sus encuentros en un definitivo quinto set, pero sucedió en dos finales de Masters Series, en 2005 en Miami con victoria para el helvético y un año después en la tierra de Roma, en esta ocasión para el manacorí.
El choque se adentró en un quinto set, al que el número uno del mundo había llegado en dos oportunidades más en el 'All England Tennis Club': en la primera ronda del torneo en 1999, donde perdió con el checo Jiri Novak y en 2001, en octavos de final, cuando el suizo se impuso al estadounidense Pete Sampras.
Desde entonces, el elegante tenista nunca había comparecido a estas alturas de un partido en Wimbledon. Y no lo notó demasiado, pues después de superar cuatro bolas de 'break' en contra, le rompió el saque a Nadal con una autoridad pasmosa y se disparó hasta un 5-2, que fue definitivo para alzarse con su quinto entorchado consecutivo en 'La Catedral'. El siguiente escalón que le resta ahora a Federer es el de superar los siete títulos de Pete Sampras.
Con un punto de poderío absoluto, Federer, al resto, cerró la dura pelea que durante casi cuatro horas le mantuvo en la pista frente a Nadal. En la red, con su rival despojado de la iniciativa y con un 'smatch' inalcanzable, el suizo gritó, soltó su raqueta y se arrodilló ante la hierba de Londres. Había ganado su quinto título consecutivo en el 'All England Tennis Club' y en el horizonte se le presenta un doble reto: superar los 14 grandes de Sampras y los 7 que el estadounidense tiene en Londres.
Fue la primera ocasión que un partido de 'Grand Slam' entre ambos tenistas se decide en una quinta manga. Antes, los dos mejores jugadores de la actualidad ya habían dirimido sus encuentros en un definitivo quinto set, pero sucedió en dos finales de Masters Series, en 2005 en Miami con victoria para el helvético y un año después en la tierra de Roma, en esta ocasión para el manacorí.
El choque se adentró en un quinto set, al que el número uno del mundo había llegado en dos oportunidades más en el 'All England Tennis Club': en la primera ronda del torneo en 1999, donde perdió con el checo Jiri Novak y en 2001, en octavos de final, cuando el suizo se impuso al estadounidense Pete Sampras.
Desde entonces, el elegante tenista nunca había comparecido a estas alturas de un partido en Wimbledon. Y no lo notó demasiado, pues después de superar cuatro bolas de 'break' en contra, le rompió el saque a Nadal con una autoridad pasmosa y se disparó hasta un 5-2, que fue definitivo para alzarse con su quinto entorchado consecutivo en 'La Catedral'. El siguiente escalón que le resta ahora a Federer es el de superar los siete títulos de Pete Sampras.
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